El vencedor es vencedor por su insistencia, por su perseverancia en aquello que quiere lograr.
El vencedor no es el que empieza la carrera, sino aquel que la termina.
El vencedor no es el que se dice vencedor, sino el que lo demuestra con su vida.
El vencedor nunca mira los obstáculos como algo imposible de sobrepasar; porque para él no hay nada que lo puede impedir llegar a la meta.
El vencedor pone su mira en su meta, no mira ni a la derecha ni a la izquierda, y mucho menos hacia atrás.
El vencedor no retrocede ante los problemas, los enfrenta porque sabe que va a vencerlos y la recompensa será muy grande.
Ahora hágase una autoevaluación y vea si es un vencedor o no. No se olvide que solo el vencedor herederá la vida eterna.
Buena semana para todos, Dios los bendiga.
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